El gas natural tiene numerosas aplicaciones en nuestra vida cotidiana. En nuestras casas, además, es una de las fuentes de energía más utilizadas. Millones de consumidores han favorecido su uso durante décadas debido a su presencia en numerosas ciudades. A continuación se lo contamos por si no se ha parado a pensar en sus orígenes y su importancia.
Aplicaciones en nuestra vida cotidiana
Mucha gente tiene gas natural en su casa, y la mayoría lo utiliza para alimentar la caldera que proporciona agua caliente y calefacción. Sin embargo, éste no es el único uso del gas natural en nuestros hogares; las cocinas también funcionan con él.
Otros electrodomésticos que funcionan con gas son los lavavajillas, frigoríficos y secadoras, aunque su uso es menos habitual para el consumidor típico. Aunque su uso está muy extendido, no siempre es fácil localizarlos.
También puede utilizarse en sistemas centrales de aire acondicionado, chimeneas, calderas y sistemas de climatización. Su utilización garantiza un uso sostenible de la energía tanto en verano como en invierno. Aunque no son tan conocidos como los más elegantes coches eléctricos y los convencionales de combustión de gasolina, el gas natural ha encontrado recientemente aplicación en el transporte.
Los automóviles propulsados por gas natural son otra opción respetuosa con el medio ambiente. Hay fabricantes como Seat y Skoda que se dedican a la energía limpia y tienen varios modelos disponibles. También es frecuente encontrar este tipo de electricidad en vehículos públicos, como camiones de la basura o autobuses, que funcionan con el gas que utilizan los habitantes de la ciudad.
Gas en el hogar
Necesitamos un contrato de suministro para poder utilizar este servicio en nuestros hogares. Debemos tener en cuenta que viaja por una red de tuberías que dan servicio a los vecinos de la ciudad antes de llegar a nuestras viviendas. La empresa registra nuestro consumo mediante una serie de contadores independientes, tras lo cual recibimos una factura.
La empresa suministradora y la distribuidora son las dos empresas que intervienen en este procedimiento. Aún así, nuestro único acuerdo con las empresas suministradoras será un contrato de suministro, y ellas se encargarán de pagarnos por el uso. Las distribuidoras suministran la energía a cada punto donde fue contratado.